Hablemos de Oratoria
Como mucho se ha comentado, la Oratoria es el Arte de Hablar en Público, pero más allá de esto, es el medio por el cual nos podemos relacionar muchísimo mejor con las personas que nos rodean y dependiendo de su uso se puede persuadir a los demás para bien o para mal. A través de la historia se han conocido a diferentes oradores pero el que ha logrado mover masas hasta nuestros días ha sido Jesús. Este arte del que se habla ayuda a controlar el miedo escénico, a realizar una excelente introducción y conclusión, a manejar los recursos audiovisuales eficientemente y entre otras cosas más a trabajar con diferentes tipos de público.
Cualquier persona puede ser Orador, aún cuando hay algunos que han nacido con el Don, otros pueden perfeccionar las técnicas realizando estudios y preparándose constantemente.
Esta es una herramienta valiosa y necesaria para cualquier área incluyendo la familiar y laboral. Las técnicas varían de un grupo a otro y el uso de la retórica es indispensable, también toca aspectos de imagen, postura, presencia, lenguaje corporal.
Comencemos con el control del miedo, para realizar esto hace falta en primer lugar identificar si se trata de un miedo controlable o si ya se convirtió en fobia, porque en este caso es necesario dirigirse a un especialista. Si no es el caso entonces aquí les comento algunas técnicas para gestionar el miedo:
- Respira: aprender a respirar es importantísimo y permitirá que puedas controlar la sensación de angustia y que la cantidad de tiempo a hablar se alargue.
- PNL: utiliza esta herramienta poderosa realizando ejercicios donde te visualices haciendo tu presentación en público de forma exitosa y evitando el auto saboteo mental, usando siempre imágenes positivas.
- Practica: recuerda que la práctica es lo único que te ayudará a mejorar cada día, por más que aprendas en un curso las herramientas, si no actúas de poco te servirá.
- Sonríe: la sonrisa envía a las personas un mensaje de aceptación, no sonreír envía el mensaje de rechazo. La sonrisa además contagia.
Recuerda que como dice Carmen García Rivas en su libro “Tengo Miedo”: El miedo provoca lo que temes, esto no quiere decir que más nunca vas a sentirlo, por el contrario quiere decir que lo sentirás y aprenderás a controlarlo, porque aunque no lo creas, el es necesario porque nos compromete a hacer las cosas mucho mejor. Seguramente habrás escuchado a un cantante decir que cuando sale siempre siente un sustito, bueno ese sustito es bueno siempre y cuando se controle.
Un miedo no controlado puede hacer que frente a un público llores, te rías constantemente, te den ganas de ir al baño, pierdas la voz, sientas nauseas, bailes o se te olvide todo, así que ponte a practicar para que puedas evitar cualquiera de estos momentos y realices una excelente presentación.
